Artículo de opinión escrito por Jorge Ramírez, Vicepresidente Nacional de Sustentabilidad | Vía El Sol de México
X: @jrh67er
Después de los resultados de las elecciones del 2 de junio, la gran fuerza política de Morena recibió el mandato para tomar las grandes decisiones en política pública para México. Sin duda, esto es una oportunidad para el gobierno de que generen beneficios inmediatos a la población o también, en contrapartida, si las decisiones no son correctas, grandes retrocesos para el desarrollo futuro del país.
El electorado se manifestó de forma clara. Los apoyos sociales directos a los grupos vulnerables, a jóvenes y viejitos; el incremento en el salario mínimo y la efímera sensación de bienestar económico que esto ha generado; la comunicación asertiva diaria del presidente; el fortalecimiento de una identidad nacionalista que mira más hacia adentro que a una estrategia de vinculación internacional, todo esto fue de mucho más de peso ante el electorado que los grandes problemas que vivimos en términos de inseguridad, de corrupción, de continuidad en al abasto energético y de agua; así como los problemas sociales derivado de la falta de una estructura de salud confiable, la deficiente política educativa o la falta de oportunidades de crecimiento profesional en empleos formales de calidad.
Una vez en el poder, el gran reto para Claudia Sheinbaum será lograr sostener esa demanda de recursos para los programas sociales, para mantener este sentimiento de bonanza económica. Para esto se requiere de manera imperativa de las inversiones del sector privado y, por supuesto, aprovechar el nearshoring, lo que demanda grandes recursos en energía y agua, así como desarrollar talento para tener disponibilidad de mano de obra especializada que responda a los requerimientos técnicos de las empresas de estas cadenas de valor.
Es imperativo también trabajar en minimizar la impunidad y con esto la gran inseguridad. También invertir en innovación y tecnología en la gestión pública para garantizar transparencia y rendición de cuentas y con eso reducir la corrupción. Requerimos sí o sí un poder judicial moderno, fuerte, autónomo, con jueces, magistrados y ministros que cumplan el perfil técnico necesario y calidad moral para cumplir con esa gran responsabilidad.
Desde la Coparmex Nacional y nuestros 71 Centros Empresariales debemos convocar a todos nuestros socios, asociaciones empresariales, grandes empresas y, sobre todo, a las Pymes, escuchar las preocupaciones, trabajar en fortalecer nuestros liderazgos, tanto de lo local como a nivel nacional. Tenemos que vertebrarnos con otras organizaciones de la sociedad civil y poner sobre la mesa propuestas concretas de política pública enfocadas a desarrollar un entorno que nos permita crear más empresas, desarrollar las existentes y que se conviertan en un medio efectivo de movilidad social, como lo hemos hecho con el Modelo de Desarrollo Inclusivo, pero aterrizando con propuestas en temas concretos locales.
Por supuesto, debemos tender puentes de comunicación con todas las autoridades municipales, estatales y federales, y sin duda, cuando sea necesario también levantar la voz ante políticas públicas que en nuestra opinión no privilegien el bien común. #OpiniónCoparmex