Artículo escrito por Yaya Arévalo González, Consejera Delegada de DICES de Coparmex | Vía: @altonivel

Posterior a los procesos electorales, surge la inminente necesidad de replantear si nuestros mecanismos democráticos son los correctos, si necesitan cambios o si están de más. En este caso, vamos a hablar sobre la Representación Proporcional y la Sobrerrepresentación.

Existe un gran debate en la sociedad sobre si los diputados plurinominales son útiles o no. Abordaremos los aspectos positivos y negativos de cada punto. La representación proporcional, de manera teórica, es un modelo electoral que busca crear un cuerpo representativo que refleje mejor los intereses de los ciudadanos en un electorado o distrito de votación.

La Representación Proporcional (RP), de forma positiva, asegura que todos los partidos y corrientes de pensamiento estén representados, permitiendo la participación de partidos minoritarios y evitando la exclusión de voces disidentes. Además, fomenta una mayor participación ciudadana al centrar a los votantes en los partidos políticos en lugar de candidatos individuales. Todos los votos contribuyen al resultado de las elecciones, incluso si un partido no obtiene la mayoría. Asimismo, la RP promueve la estabilidad política al incluir múltiples partidos, lo que facilita la formación de coaliciones y acuerdos, conduciendo a gobiernos más estables y representativos.

Sin embargo, la representación proporcional tiene algunos aspectos negativos que vale la pena considerar. En primer lugar, la inestabilidad gubernamental es una preocupación. Con muchos partidos pequeños en el órgano representativo, se requieren coaliciones para formar gobiernos, y estas coaliciones pueden ser indecisas e inestables. Además, los costos y la complejidad aumentan, ya que los votantes deben elegir no solo a un candidato individual, sino también a un partido político, lo que puede requerir más tiempo y recursos. Por último, la fórmula de asignación puede generar una distribución desigual de escaños entre las diferentes fuerzas políticas. A pesar de estos desafíos, la representación proporcional sigue siendo un sistema que busca equidad y diversidad en la representación política.

La sobrerrepresentación en el Congreso se refiere a cuando una fuerza política tiene una proporción mayor de legisladores respecto a la votación que recibió durante las elecciones. Por ejemplo, un partido puede ganar el 40% de la votación, pero obtener el 45% de las curules en la Cámara de Diputados. Esto ocurre porque para conformar dicha Cámara, 300 legisladores de Mayoría Relativa se eligen por votación directa en sus respectivos distritos, mientras que los otros 200 son de Representación Proporcional y se asignan a los partidos según su porcentaje de votación. Sin embargo, la sobrerrepresentación implica necesariamente que otros grupos estarán subrepresentados, recibiendo un menor número de curules respecto a su porcentaje de votación. Para evitar una concentración desproporcionada de poder, la Constitución establece un límite a la sobrerrepresentación: ningún partido político puede contar con un número de diputados por ambos principios que exceda en ocho puntos su porcentaje de votación nacional emitida. Este desequilibrio electoral puede favorecer la polarización y afectar la representación de minorías en el Congreso.

Surgen criterios que debemos tener en la agenda de trabajo para mejorar nuestro sistema legislativo. La transparencia en el sistema de representación proporcional es fundamental:

• Establecer mayor claridad en la asignación de escaños y en los criterios utilizados.
• Proporcionar información accesible para que los ciudadanos comprendan el proceso electoral.

Además, es importante revisar el umbral mínimo para asignar escaños, evaluando si el umbral actual es adecuado y evitando que partidos pequeños queden excluidos. En cuanto a la participación ciudadana, se deben fomentar dos aspectos:

• La participación activa en la elección de candidatos.
• Incentivar la votación informada.

La representación proporcional y la sobrerrepresentación son temas clave en el debate sobre la eficacia de nuestros mecanismos democráticos. Si bien la representación proporcional busca garantizar la diversidad de opiniones y la participación de partidos minoritarios, también plantea desafíos como la inestabilidad gubernamental y la complejidad del proceso electoral.

Por otro lado, la sobrerrepresentación puede generar desequilibrios en la representación política, afectando la pluralidad de voces en el Congreso. Para mejorar nuestro sistema legislativo, es crucial promover la transparencia en la asignación de escaños y fomentar la participación ciudadana activa e informada en el proceso electoral.

¡Es fundamental seguir trabajando en la búsqueda de un sistema más equitativo y representativo para todos los ciudadanos! #OpiniónCoparmex