Artículo de opinión escrito por Gustavo Almaraz Petrie, Presidente del Comité de Estrategia Pública de Coparmex| Vía @Excelsior
El INE dio a conocer que, de acuerdo con datos de HR Ratings Media, el segundo debate presidencial que se llevó a cabo el 28 de abril es el más visto en la historia del país con 16.1 millones de espectadores. Lo anterior, sin duda, sorprende, especialmente después del descontento generalizado que provocó el primer debate, principalmente por su formato y producción. Si bien han surgido teorías respecto a los factores que desencadenaron dichos niveles de audiencia, incluyendo la alusión a la “pelea” entre las candidatas, pienso que lo que se debe destacar es el creciente interés de la ciudadanía por este proceso electoral, pues 5.6 millones de personas se sumaron para visualizar el último encuentro.
De acuerdo con Google Trends, las búsquedas de los candidatos se incrementaron de manera muy importante durante el debate y el día posterior. Quien más búsquedas registró fue el candidato Jorge Álvarez Máynez, seguido por Claudia Sheinbaum y, finalmente, Xóchitl Gálvez. Si bien es cierto que el candidato de MC es el menos conocido y resulta natural que el electorado quiera conocer más sobre él, también indica que existe interés y que los televidentes tomaron acciones para profundizar su conocimiento sobre lo observado en el encuentro.
En las últimas semanas hemos observado llamados al voto ligeramente distintos a los que conocemos. Por el lado de Morena, vemos el constante mensaje de votar “Todo Morena”, es decir, se ha recalcado la importancia de no ejercer un voto diferenciado de las preferencias del Ejecutivo y el Congreso, sino de asignar unánimemente el voto a las y los candidatos del partido oficialista. Lo anterior, por supuesto, con el fin de impulsar que se cuente con las mayorías necesarias para pasar las reformas que se buscan implementar. Por el lado de la oposición, prevalece un llamado generalizado a votar, asumiendo que una mayor participación beneficiará a los partidos de oposición, y buscando generar una conciencia sobre la importancia del voto, más allá de las preferencias.
En ambos casos, me parece que existe un mensaje muy relevante. Por un lado, el énfasis en la importancia del voto para el Congreso. La mayoría de los votantes apuestan por votar por el mismo partido, a pesar de no conocer propuestas específicas de los diputados o senadores a quienes están asignando su voto. En ese sentido, el voto diferenciado se observa en dos ocasiones. Por un lado, éste recae en los ciudadanos altamente informados e involucrados en los procesos electorales, los cuales, lamentablemente, aún son minoría.
Asimismo, juega un papel muy relevante la lógica local, es decir, los ciudadanos ponen más atención a lo que sucede cerca de ellos, lo que les puede generar el incentivo de diferenciar el voto, dependiendo de los candidatos que conocen y las preocupaciones particulares que existen a este nivel. Sin embargo, me parece que el hecho de que la campaña del oficialismo esté centrada en resaltar la importancia de votar “Todo Morena” puede generar cuestionamientos e interés de los votantes sobre las otras opciones. Incluso, independientemente del resultado, resalta la importancia que tienen los votos no sólo sobre la elección presidencial.
Por su parte, si bien el llamado a votar es algo que hemos visto antes, es un mensaje que nunca dejará de ser sumamente importante. La participación ciudadana es la clave de la democracia. Ya sea un voto informado, un voto de castigo o un voto por cumplir con el deber ciudadano, la participación es indispensable, particularmente en un país que refleja un creciente descontento con esta forma de gobierno y, principalmente, con la clase política en general.
Las contiendas electorales en todo el mundo suelen mostrar el lado “débil” de la clase política. Las confrontaciones y descalificaciones son algo normalizado en este tipo de procesos. En ese sentido, me parece que el incremento de interés en el último debate es una muestra sumamente positiva. Nuestro deber como sociedad civil es estar informados y participar. Espero que, independientemente de las preferencias, lo sucedido el 28 de abril se mantenga y vaya en aumento, es decir, que todos nos sigamos informando en estos procesos y, más aún, que esto sólo sea una antesala para mayores demandas ciudadanas y, por lo tanto, una mayor rendición de cuentas por parte de aquellos que buscan representarnos. #OpiniónCoparmex
